Creo que desde siempre he disfrutado buscar conexiones entre las cosas, pero recién en los últimos 5 años he empezado a ser realmente consciente de CUÁNTO me gusta. Hubo un momento particular en el que empecé a notarlo: fue cuando estaba estudiando tipografía, y tenía un profesor de esos que son geniales pero de verdad geniales, y que sabía de todo y empezaba la clase hablando sobre las vacas, después hablaba sobre los árabes, sobre alfarería, sobre los pies de los reyes y las letras, y hacía que todo, TODO, tuviera sentido. Todo se conectaba, y me parecía fascinante.
Empecé a disfrutar cada vez más esto de encontrar conexiones (las evidentes y las no tanto), y empecé a hacerlo de manera más consciente, casi como un pasatiempo. Hace un par de años participé en Lo doy porque quiero (un proyecto que me encanta, y que consiste en que la gente va y comparte sus habilidades, experiencias, conocimientos, gustos o aficiones, todo por el puro amor al conocimiento y las ganas de compartir) con una charla que se llamaba “Conexiones aparentemente aleatorias entre cosas aparentemente insignificantes”, para la cual me puse el ejercicio de empezar a conectar ideas sin ningún orden o tema en particular para encontrar la manera en la que se relacionaban. El resultado me gustó mucho y aprendí un montón de cosas preparando (y haciendo) esa charla.
Siempre tuve ganas de encontrar una excusa para seguir haciendo ejercicios como ese. Hasta que la semana pasada me encontré con una frase que me hizo pensar de nuevo en esa idea, y me dije a mí misma: ¿qué mejor lugar para hablar sobre las conexiones que un blog sobre vida sostenible? Si de algo se trata la sostenibilidad es de eso: de entender cómo se conectan las cosas. Así que aquí va, este es mi ejercicio sobre conexiones aparentemente aleatorias entre cosas aparentemente insignificantes, que realmente es un ejercicio de búsqueda de conexiones esenciales entre cosas realmente importantes.
Los estudiosos renacentistas eran personajes muy preocupados por las conexiones del conocimiento; ejemplo clarísimo de esto es Leonardo da Vinci: pintor, anatomista, arquitecto, botánico, escritor, filósofo, ingeniero, inventor, poeta y urbanista… y yo creo —seguro esto ya está hípercomprobado— que ese era el secreto de su genialidad: que sabía muchas cosas, de muchos campos diferentes. Que lo que sabía de una cosa nutría a la otra, que sus conocimientos sobre anatomía resolvían los “agujeros” en sus conocimientos de urbanismo, sus habilidades en pintura compensaban lo que le faltara en filosofía, y sus saberes en botánica seguramente inspiraban bocetos para muchos inventos que resolvía desde su mirada de ingeniero. El opuesto radical a los ideales de hoy en día, que ponen como el máximo logro académico la híper-especialización y que por lo general resultan en personas que saben casi todo sobre casi nada.
A mí, cuando me hablan de da Vinci, siempre se me viene a la cabeza la imagen del hombre de Vitruvio. Seguramente ya lo conoces, es básicamente un estudio de las proporciones humanas (o bueno, del hombre, que a la mujer en ese momento de la historia la trataban como un cero a la izquierda), y se considera como un símbolo de la simetría del cuerpo humano, y por extensión, del universo. Y es que en esa época se daba por hecho que el universo giraba a nuestro alrededor y estaba construido para nosotros, algo que Copérnico, Darwin y otros muchos se han esforzado por desmentir desde diferentes perspectivas. Sin embargo, parece que todavía nos cuesta mucho entenderlo.
Y con eso llegamos a una de mis palabras favoritas en el mundo. UNIVERSO. El origen etimológico de esta palabra está en el latin universus, que viene de unus (uno) y versus (girado o convertido); es decir: uno, y todo lo que lo rodea. Me parece tan, pero tan bonito verlo así: es que el universo no es lo que está ahí afuera, lejos, en el cosmos, sino que empieza aquí conmigo —y con cada ser— y se extiende hasta el infinito. Ese versus es el participio del verbo vertere (dar vueltas) que también está en introvertido, vertical y vértebra.
Vértebra, como las que forman la columna vertebral que tenemos tú y yo, y que tienen todos los animales del sub-filo vertebrados, que incluye entre 50mil y 62mil especies diferentes. Pero hablemos de una especie en particular: los lémures de cola anillada, o lemur catta. Son unos animalitos alargados de ojos amarillos endémicos de Madagascar, y que se volvieron famosos gracias a la película del mismo nombre. El nombre “lemur” se los dio Carlos Linneo (un naturalista, botánico y zoólogo que es como el papá de la taxonomía moderna) y lo sacó de la mitología romana, en la que los lémures eran los espíritus de la muerte. La relación, aparentemente, viene de los hábitos nocturnos, los brillantes ojos y los “gritos” que los lémures emiten en la noche. La parte de catta viene por su aspecto felino y porque su vocalización “ronroneante” es similar a la del gato doméstico.
Este es un video de la BBC narrado por David Attenborough. No tiene subtítulos… pero no los necesita. Con las imágenes es más que suficiente :-)
¿Alguien dijo gatos? Porque yo los amo. Pero a mucha gente no le gustan; es más, mucha gente les tiene fobia. No creo que esto explique todos los casos, pero seguramente tiene mucho que ver con la creencia medieval de que los gatos eran animales asociados a las brujas o al demonio. Como lo cuenta Desmond Morris en el libro Observe a su gato, “los gatos fueron quemados vivos en los días festivos. Centenares de millares de gatos fueron desollados, crucificados, muertos a palos, asados o arrojados desde lo alto de las torres de las iglesias a petición de los sacerdotes, como parte de una terrible purga contra los supuestos enemigos de Cristo”. Y es que la iglesia católica ha tenido una relación difícil —por decir lo menos— con los animales, y eso se ha traducido a un montón de prejuicios y de confusiones en la manera en la que muchos humanos vemos a los animales.
Por ejemplo: según la biblia, existen animales “puros” e “impuros”. Los cuadrúpedos, para ser puros, tienen que ser rumiantes y tener además la pezuña hendida. Se consideran impuros el camello, el conejo, la liebre y el cerdo. De los “volátiles” (la biblia clasifica a los animales en terrestres, volátiles y acuáticos) en general son impuras las aves rapaces y el murciélago; todos los insectos son impuros, excepto los que tienen las dos patas de atrás más largas para saltar, concretamente la langosta. Y los reptiles son todos impuros. ¿Notas algún patrón? La mayoría de la gente odia (o le tiene miedo) a los murciélagos, los insectos y los reptiles, y yo no creo que sea 100% coincidencia… al fin de cuentas nuestra relación con los animales siempre está marcada por cuestiones culturales que a veces ni siquiera entendemos; por ejemplo: nos parece una atrocidad que los chinos coman perros, pero comemos vacas y cerdos (de estos últimos se ha descubierto que son más inteligentes que los perros y los chimpancés) sin ningún pudor.
Este video muestra el trabajo que llevan a cabo en el Australian Bat Clinic & Wildlife Trauma Centre, recuperando murciélagos (que a mi parecer no pueden ser más puros) huérfanos y protegiéndolos hasta el momento de liberarlos de nuevo en su hábitat natural.
Parecidos a los reptiles (que no tienen nada de impuros), son los anfibios. Ambos están clasificados como tetrápodos (que tienen cuatro patas), pero se diferencian en que los anfibios pasan por un proceso de metamorfosis que los lleva, entre otras cosas, de tener respiración branquial en la fase larvaria, a tener respiración pulmonar cuando alcanzan el estado adulto. Anfibio viene del griego amphi (ambos) y bio (vida), y significa “ambas vidas” o “en ambos medios”, por esto de que pasa de vivir en el agua como pez a vivir en la tierra como… bueno, como cualquier animal que vive en la tierra.
En Australia, el 93% de las especies de anfibios son endémicos, esto quiere decir que existen allá y solamente allá. El endemismo es muy común en las islas, precisamente porque han estado aisladas de otros territorios por muchos millones de años, permitiendo que ciertas especies evolucionen y se desarrollen de manera única y particular. Los monotremas, por ejemplo, son endémicos de la región australiana (incluyendo Australia, Nueva Guinea, Tasmania y otras islas cercanas a las costas), y son unos animales muy raros: mamíferos primitivos que mantienen características de los reptiles (que ya dijimos que no son impuros sino hermosos, y de hecho sagrados en otras latitudes), como la reproducción ovípara (por huevos), pero producen leche para alimentar a sus crías.
Los ornitorrincos y los equidnas son monotremas, y estos últimos también obtuvieron su nombre de la mitología —ésta vez griega— por Equidna, la madre de todos los monstruos legendarios de la Grecia clásica, y que tenía torso de mujer y cuerpo de serpiente. Volviendo al animalito y dejando al lado al monstruo mitológico, los equidnas son básicamente insectívoros… es decir, comen bichitos de esos que en la biblia son “impuros” y que a los humanos nos ponen tan nerviosos.
Hablando de insectos, en uno de mis libros favoritos (Las Plantas, de Jean-Marie Pelt), el autor hace referencia a un texto de Roger Dajoz (biólogo, ecólogo y entomólogo francés) en el que explica las insospechadas conexiones que hay entre los abejorros, las solteronas y los marineros, hablando específicamente del contexto de Inglaterra. La cosa va más o menos así:
El abejorro es esencial para la polinización del trébol encarnado porque las otras abejas no pueden alcanzar su néctar, así que es muy probable que si el abejorro desapareciera, también desaparecería el trébol encarnado. El número de abejorros depende, en gran medida, del número de ratones de campo, pues ellos destruyen sus nidos y panales… y el número de ratones depende esencialmente del número de gatos.
Dice el texto además que se ha observado que los nidos de abejorros son más abundantes cerca de pueblos y ciudades pequeñas, lo que seguramente tiene mucho que ver con la presencia de gatos domésticos que reducen la población de ratones de campo. Por lo tanto, es perfectamente posible que la presencia de gatos en una población determinada pueda tener relación con la abundancia de algunas plantas, por la intervención de ratones y abejorros.
Haeckel complementa la idea no sin humor, observando que el trébol —abundante gracias a los gatos— es el principal alimento del ganado, y que los marineros comen mucha carne de buey… por lo tanto los gatos contribuyen a hacer de Inglaterra una potencia marítima. Y Thomas Huxley lo lleva aún más allá, afirmando que las solteronas inglesas y su desmesurado amor por los gatos son el origen del poderío de la marina inglesa. ¿Alguien dijo gatos?
Haeckel, ese señor del que acabamos de hablar, fue un naturalista y filósofo alemán que popularizó el trabajo de Charles Darwin en Alemania. Se le considera el “papá” de la ecología (ciencia que estudia las interrelaciones de los diferentes seres vivos entre sí y con su entorno) y fue él mismo quien acuñó la palabra, que viene del griego oikos (casa) y logia (estudio de). ¡Haeckel sí que tenía clara la importancia de las conexiones entre las cosas! Él es otro de mis mejores amigos imaginarios instantáneos.
Y para cerrar, te dejo con la frase de la que te hablé al principio, que me hizo pensar que valía la pena hablar de las conexiones aquí en el blog:
No sé si Bruce Mau estaba pensando en sostenibilidad cuando dijo esa frase, pero igual aplica perfecto. En este planeta enorme y a la vez minúsculo, lleno de sistemas complejos, inter-dependientes e inter-conectados, cada pequeña cosa —por insignificante que parezca— es esencial para la existencia de muchas otras. Todo es importante.
¡Qué bello ejercicio, me encantó! Personalmente encuentro enganchadorsísimo que un profesor enseñe de esa manera, y apuesto a que lo haces así con tus estudiantes. :)
Con lo de las conexiones del conocimiento y la híper-especialización me recordaste un tema que me toca a fondo y que por mucho tiempo me angustió muchísimo, y es que no sabía qué hacer con mi vida porque quería hacer muchas cosas con ella, (por lo cual terminé cambiando de carrera tres veces) es triste que no se siguiera cultivando esa bonita vida renacentista, en fin. Entonces pensé en Puttylike, un blog de una chica genial que me ayudó a no sentirme tan angustiada y tan perdida, donde escribe sobre los “multipotentialites”, personas con muchos intereses, y explica que cuando se tienen tantos intereses no hay nada de malo en ello, que de hecho entre estos hay más conexiones de las que creemos y que de su intersección salen superpoderes. —Y creo que Cualquier Cosita es Cariño es una intersección Superpoderosa—
Aquí su TedTalk: https://www.youtube.com/watch?v=QJORi5VO1F8
Espero no haberme desconectado mucho del tema ;)
Jajaja, ¡hago mi mejor esfuerzo por llevar este tipo de conexiones a clase! Aunque a veces es complicado, especialmente porque la relación con el grupo define en gran medida lo que “funciona” y lo que no… es un poco lotería / montaña rusa ;-)
¡Muy chévere Puttylike!, no lo conocía, y comparto todo lo que cuenta Emilie en la charla de TED. Yo siempre me he sentido atraída por más de un tema a la vez, y en ese sentido pienso que ha sido súper importante el apoyo de mi mamá, que siempre (desde que estaba chiquita) me dijo que estaba bien que probara todo, y si me aburría de algo no me forzaba a que lo siguiera haciendo por cuestiones de disciplina (como vi que le pasó a muchos de mis amigos en la infancia). Y al final, hasta los temas aparentemente más dispares tienen puntos de conexión… y a mí me parece súper entretenido encontrar esas conexiones :-)
Me alegra que veas una intersección súperpoderosa aquí. ¡Un abrazo!
Simplemente genial!!
Yo practico uno parecido, ya desde muy pequeña. Consiste en que cuando estás con gente charlando de cualquier tema, al rato de estar hablando, “doy marcha atrás” y me pregunto cuál es el motivo por el que estamos hablando de ese tema en ese momento. Empiezo a tirar del hilo y me doy cuenta de que la conversación inicialmente era completamente diferente, pero que por asociación de ideas o porque una palabra o frase, a alguien le recordó otra cosa, de allí salió otro tema y de allí otro, etc.
Es una linda manera de ver cómo cada uno tiene guardado en su cerebro hechos o ideas que hacen que al abrir ese “cajón”, de allí salgan muchas más cosas que aquello que fue a buscar.
Saludos!
Anna
¡Sí, ese también es genial! Jajajaja, sabemos dónde empiezan las conversaciones, pero nunca sabemos en qué van a terminar… hipertexto en su máxima expresión. A mí también me encanta, y hace muy evidente cómo las ideas se conectan con cosas diferentes según cada persona.
Además me gusta mucho la analogía del hilo. Yo ese “hilo” lo uso para recordar cosas con mayor facilidad… por ejemplo, cuando estaba chiquita me ponía “desafíos” para aprender una lista larga de palabras, y empezaba a conectarlas a manera de historia. Eso le ayuda al cerebro a crear el “hilo”, y así cuando encuentras un extremo ya sólo es cuestión de seguirlo, y te va llevando por todo el camino sin perderte :-) (o sin perderte mucho jajaja).
¡Un abrazo!
Oooooooo, yo también tengo ese juego en mi cabeza, no había conocido a nadie que me entendiera :D:D
Pero yo no lo hago con conversaciones con la gente, me vale con pararme un momento a ver en que estoy pensando, y rebobino a ver como he llegado a pensar sobre eso.
Es una buena manera de ejercitar la memoria, y cuando no consigo llegar al principio de mi autoconversacion me cabrea muchísimo :P
besicos
El post está genial , siempre me quedo sorprendida con todo lo que tienes por enseñar. Es muy cierto lo que dices, es sólo que en muy pocas ocasiones, o al menos hablo por mí, somos muy poco conscientes de todo lo que está sucediendo, y las relaciones que hay entre sí.
Después de leerlo, se vino a mi mente el concepto del “efecto mariposa”, no sé si con esto me salgo un poco del tema (aunque todo siempre está conectado), que habla sobre que “el aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un Tsunami al otro lado del mundo” La idea es que, cualquier variación, produce un sistema diferente; de esta forma una pequeña variación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo. (Si no hubieran tantas solteronas inglesas, que amaran a los gatos, quizás la marina inglesa nunca hubiera sido tan poderosa) pero estos factores iniciales son difíciles de saber antes de que sucedan o se conecten, sino estaría segura que el gobierno hubiera promovido las mujeres solteronas jajaja.
Lo que me lleva a pensar en este blog, y las conexiones de cómo llegue a leerlo, y el “efecto” que tiene sobre las personas que lo leemos. Siguiendo con la teoría es imposible saber con certeza los efectos a largo plazo, pero ten por seguro que tu aleteo (todo lo que aquí públicas), provoca un Tsunami en la mente de muchas personas; no sólo de las personas que te leen, sino de todas las que con ella se conectan.
¡Claro! El efecto mariposa viene de la teoría del caos, y no podría estar más conectado con el tema aunque lo quisiera jajaja :-) Y el gobierno hubiera promovido a las mujeres solteronas, y quién sabe cuántas cosas más… en ese sentido, ¡qué bueno que no tenemos control sobre esos posibles efectos! También hay mucha belleza en las conexiones aleatorias e inesperadas, y en la manera en la que ahora se relacionan cosas que hace una década hubiera sido imposible imaginar.
Me parece muy, pero muy bonito lo que me dices sobre el blog. Me alegra mucho que se hayan dado todas las conexiones para que hayas llegado aquí, y espero que los efectos a largo plazo sean todos buenos, y nos sigan acercando a una existencia más equilibrada con este maravilloso planeta lleno de cosas conectadas. ¡Un abrazo!
¡Aquí me tienes Mariana! ¡A estas horas, totalmente enganchada a este post tan temendamente interesante!
Siempre me he sentido muy atraída por la etimología de las palabras; es como volver al concepto más simple, al origen de nuestra manera de comunicarnos y he aprendido mucho con este estupendo juego de interconexiones. Es una forma bellísima de aumentar la comprensión y entender la evolución de cada una de ellas según el momento histórico en el que son utilizadas. A veces me da por pensar si fueron las palabras las crearon las ideas, objetos o sentimientos, ¡o sencillamente fue al revés!
Una de las palabras que más me llaman la atención -y viene a cuento con la situación global que vivimos- es crisis (krisis), que significa “separar” o “decidir”. Totalmente exenta de significado negativo, crisis es algo que se rompe y como cosa rota, ésta debía repensarse para ser corregida y evitar que volviese a suceder. Era sinónimo de análisis de una situación que invitaba a tomar decisiones correctas para no caer en el mismo error que ocasionaba esa rotura. Actualmente, esta palabra se ha instalado en nuestro día a día como término y concepto pesimista, pero nada más lejos de la realidad: crisis indica que es tiempo de cambio, de tomar decisiones, de activar la inteligencia y de poner en marcha la valentía. La crisis debe ser un punto de inflexión, la chispa de la reflexión que nos conduzca a una situación más favorable y sensata. Y definitivamente, tu blog da ese soplo de aire fresco al pensamiento y muestra que el camino alternativo de bondad es el más bonito y amable para dejar atrás las nubes grises y feas que no nos dejan ver la salida.
Por cierto, desde ya Universo pasa automáticamente a mi lista de favoritas ;-)
Ay, es que la etimología es como un baúl de sorpresas… y como dices, nos lleva a los orígenes, y a entender la evolución del uso de las palabras. ¡Qué bonito lo de “krisis”! Justo en estos días había leído un texto que hablaba sobre la manera en la que se entiende la crisis en oriente y en occidente… y cómo en oriente es sinónimo de oportunidad. Qué importante esa perspectiva, y qué oportuna, teniendo en cuenta que con tanta frecuencia nos “paralizamos” ante la crisis, en lugar de ponernos manos a la obra.
¡Un abrazo Sandra, y gracias por compartir todas esas ideas!
¡Hola Mariana!
Que genialidad de post. Me ha llegado al corazón y ha despertado un montón de cosas.
Cuantas y cuantas noches pasadas con mi hermana tumbadas en el suelo contemplando el Universo a las tantas de la madrugada, hablando de lo existencial, sobre lo casual o causal ;), sobre la vida y como de juntos y separados que estamos todos.
Me encanta la palabra Universo y el significado que tiene. Todo es Universo. Desde aquí hasta allá. ¡Precioso! Y por supuesto… me encantan los gatos. ;)
¡Gracias por esta entrada!
¡Hola Claudia! Qué alegría saber que lo que escribí te puso a recordar esos momentos, y saber que te ha llegado al corazón, es un lugar muy bonito para llegar :-)
¡Un abrazo!
Hola Mariana!
me encanto esta nota, y no pude dejar de recordar uno de los libros que mas he disfrutado de leer: La trama de la vida de Fritjof Capra.. si no lo has leido super recomendado!!!
y claro que las conecciones tienen que ver con sostenibilidad, este fue nuestro libro obligado (por fortuna para mi) en clase de epistemologia en I semestre de Ecologia.
Gracias a todas las conexiones entre nuestras acciones, pensamientos y principios tenemos hoy los resultados gratos o no en nuestra cotidianidad en nuestro actuar, pensar, enseñar, camina o sonreir. saludos!
¡Maru! ¡lo estoy leyendo justo ahora! Me lo recomendó mi madre hace poco por todo el tema de educación y ecología. Lo poco que llevo ya me tiene encantada, definitivamente súper recomendado para cualquiera que quiera entender un poco más sobre la importancia de las conexiones… también he estado explorando su blog y tiene muchas cosas interesantes, ¿lo has visitado?
¡Un abrazo!
Me ha encantado el post ; ) Yo también creo que todo está relacionado…. Hablando de etimología, una palabra curiosa:
ATORRANTE:
En la región del Río de la Plata circula un mito según el cual la palabra atorrante se habría formado a partir de inscripciones en unos caños de alcantarilla instalados en el algún lugar de Buenos Aires, dentro de los cuales solían guarecerse personas indigentes hacia fines del siglo XIX. Esos caños tendrían impreso en relieve el nombre del fabricante, un tal A. Torrant.
El problema de esta “etimología”, divulgada en la prensa y algunos libros, es que nunca nadie pudo mostrar un caño con esas características, ni un documento en que se mencionara el nombre del supuesto fabricante, a pesar de los esfuerzos de investigadores contemporáneos. Se trataba de una etimología falsa, inventada no sin algún ingenio, que encontró campo fértil en el hecho de que nadie la había estudiado antes.
En realidad, se trata de un vocablo peninsular, participio activo del verbo atorrar, muy poco usado en España, pero que podemos encontrar en escritos de autores como Emilia Pardo Bazán, Ramón del Valle Inclán y Camilo José Cela.
La palabra atorrante se conservó con más vitalidad en las Islas Canarias, desde donde llegó hasta las costas del Río de la Plata. Llama la atención que el Diccionario de la Real Academia Española la localice como regionalismo en Argentina y en Uruguay, pero que la tercera acepción, ‘vagabundo sin domicilio fijo’ la sitúe, además, en Costa Rica y República Dominicana, pero no la ve como canarismo. No debe ser casual el hecho de que todos estos países hayan recibido un abundante caudal inmigratorio procedente del archipiélago.
La Academia Canaria de la Lengua recoge el vocablo como propio de las islas y lo define así:
1. adj. Dicho de una persona, que elude el trabajo con picardía. U.t.c.s. Aquí hay que justificarse y trabajar, que para atorrante estoy yo, que soy el patrón. 2. adj. Fv. Golfo, bribón. U. t. c. s. Se casó con un atorrante y ahora tiene que trabajar más que antes.
¡Hola! ¡Qué bueno que te haya gustado!
Y muy curioso lo del origen de “atorrante”. Siempre me pareció una expresión muy graciosa, ¡gracias por compartirlo!
Qué sorpresa al encontrar el artículo, me pasa lo mismo que a ti jaja Intento buscarle un sentido a todo. Estaba buscando información porque estoy escribiendo una novela y parte de que todo está conectado.
¡Hola Alberto! Me alegra que hayas llegado hasta aquí. Otra muestra de las conexiones de las cosas ;-)
Espero que te haya gustado, y que disfrutes el contenido del blog. ¡Saludos!
Me ha encantado el post, sobre todo la deducción de las solteronas con la marina inglesa :P
Como ha comentado otra lectora, yo tengo el juego mental de rebobinar en mi cabeza a ver porque estoy pensando en lo que estoy pensando. Voy hacia atrás: me he puesto a pensar en esto porque estaba pensando en aquello. Y estaba pensando en aquello porque me he acordado de lo otro…. y así hasta que llego al pensamiento original que ya no tiene marcha atrás :D a veces es para volverme loca porque no encuentro el principio y me cabrea, pero bueno.
Me encanta tu blog.
Voy a seguir cotilleándote post anteriores a que empezara a leerte, a ver con que me sorprendes
besicossssssssssss
Jajajaja, la deducción de las solteronas y la marina inglesa es genial :-)
Ese “rebobinar” casi siempre lo termina llevando a uno a cosas que parece que no tienen nada que ver; también me encanta ese juego.
Espero que sigas encontrando cosas que te gustan, ¡un abrazo!
En un mundo hermético, es muy difícil que algo no esté conectado. Donde nada entra ni nada sale, donde nada se pierde y todo se transforma, hasta el principio tiene su fin. El tema mas inquietante, por sus implicancias sobre la libertad es que: En la naturaleza todo encaja perfectamente, como un engranaje. Entonces, el azar no tiene sentido. La hormiga no por construir caminitos y hormigueros deja de estar en un entorno natural. Lo mismo para el hombre, y el hombre al igual que la hormiga, hace lo que esta programado para hacer. Nada cae fuera, nadie puede saltar las leyes naturales. Aun incluso la muerte es parte de la vida.-
Hola Mariana!
Yo aquí de nuevo comentando un post tuyo, porque he quedado encantada con la temática. Durante mucho tiempo en mi vida me he sentido dispersa, especialmente cuando tenía 16 años y estaba decidiendo qué estudiar. Siempre me ha gustado escribir, pero además me siento potentemente llamada hacia el diseño, la ilustración, la fotografía, el cine, etc. También me encanta cocinar (y quisiera hacerlo profesionalmente), además tengo una gran facilidad para los idiomas y la organización. A pesar de todo esto y debido a mi inmadurez (y por presiones familiares), terminé escogiendo estudiar odontología, porque se supone que es una “carrera de verdad”, en la que nadie se muere de hambre.No pude equivocarme más; fueron años de profunda tristeza y desánimo, porque odiaba levantarme por las mañanas a hacer algo que no me gustaba, y que no me inspiraba.
Al finalizar la universidad me tomé un año para pensar. Decidí estudiar diseño gráfico, emprender la escritura de mi primera novela y poner en marcha otros proyectos relacionados. Leer este post me ha hecho caer en cuenta (aún más), de que está bien tener varios intereses y habilidades, y que más allá de ser un problema, es una gran ventaja, porque al final, todo está conectado.
Gracias por escribir acerca de ello. Muchos saludos desde Cartagena!
¡Hola Wendy! Me alegra mucho saber que la publicación ha resonado contigo. Lamentablemente eso que me cuentas es algo muy común… creo que muchas personas terminan abandonando sus múltiples intereses, porque nuestra sociedad valora la especialización, y mucha gente piensa que hay que estudiar es para ganar plata, y no para aprender. Qué pesar que hayas tenido esa experiencia, pero en el fondo también fue eso lo que te permitió descubrir que lo que quieres es hacer otras cosas, ¿no? Te felicito también por tener la valentía de decidir estudiar lo que quieres estudiar, por escribir, y por animarte a retomar esos intereses. Que nos guste hacer muchas cosas es definitivamente una ventaja :-) ¡Un abrazo!
lo que dijo ese tal Bruce Mau es tan claro como el agua,solo un ignorante no lo entendería ,PODEMOS VER, PERO DE TANTO VER NOS HICIMOS CIEGOS……
Me encantó!!!
Una amiga rescató que de muchas cosas que le cuento, que voy conectando de todo, siempre en algún momento digo “todo se conecta al final”! Hasta que ella me lo dijo no lo había notado. Así que usé ese título para una especie de teoría del funcionamiento del cosmos propia, porque un poco va de eso y de a poco estoy mechando estos conceptos con los cuentos de Fauna. Me encanta encontrarme con gente “conectista”!!!
Tus notas son espectaculares ????
¡Qué bueno que te haya gustado, Mel! Si te gusta el “conectismo” (jajaja) te recomiendo mucho que leas “The systems view of life” de Fritjof Capra. Creo que lo disfrutarías muchísimo. ¡Un abrazo! ♡
Excelente, no solo por interesante sino además por entretenido, es difícil juntar estas dos cualidades.
Está bueno para acercarse a la 1a ley de la Ecología de Barry Commoner, “Todo está conectado con todo lo demás. Hay una sola ecosfera para todos los organismos vivos y lo que afecta a uno, afecta a todos.”
También invita a mirar el minidocumental (13 min), La Isla de las Flores, en https://www.youtube.com/watch?v=flkGF7XWURc
Qué gusto leerte, fluye delicioso el texto… Y sí, todo interrelacionado, interconectado, todo entonces es importante!!
Llegué aquí desde una página anterior, así que vuelvo a conocer de tu gusto por los cumpleaños y otras entradas del blog.
Éxitos en tu misión!!
¡Hola Marian! Formo parte de tu comunidad de patreon y de a poco me voy poniendo al día con tus propuestas (que son muchas y muy enriquecedoras). Me encantó este post. Me encanta ver conexiones en donde parece no haber.
Tremendo dato el de los animales y la relación con la biblia. ¡No lo sabía!
Yo era de las personas a las que los gatos les parecían “asquerosos”, hoy estoy cuidando de una gata que había quedado abandonada por la cuarentena y no puedo dejar de observarla, me tiene loca.
¡Gracias!