Los amigos no se compran

Los amigos no se compran

Suena bastante obvio, ¿no? Sin embargo esa noción tan básica es recibida por algunas personas como una idea descabellada. Hoy te cuento lo que yo pienso al respecto.

Este fin de semana me tuve que enfrentar, una vez más, con una situación de abandono de un animal de compañía. Ya perdí la cuenta de cuántas veces me he visto envuelta en situaciones similares: voy caminando por ahí y de repente me encuentro con un animalito que me mira con ojos tristes y asustados, y no soy capaz de ser indiferente. Y conste que ni siquiera soy una de las verdaderas valientes… valientes me parecen las personas que tienen refugios que rescatan y sostienen animales contra viento y marea, como este, este o este; yo soy una persona común y corriente, sólo que con el corazón demasiado blando para seguir de largo ante el encuentro con un animal abandonado.

Afortunadamente la historia del fin de semana tuvo final feliz: la perrita consiguió un nuevo hogar y salió de las manos de una familia irresponsable que no la cuidaba como debía. Pero ese final feliz también me recuerda que las cosas no pintan tan bien para la grandísima mayoría de animales que son abandonados diariamente; por eso decidí abordar este tema en la publicación de hoy, aprovechando además que se acerca la navidad y ésta es una época en la que muchísima gente toma la —triste y mal informada— decisión de comprar animales como regalo. Y es que la mayoría de la gente que compra animales no ve nada de malo en hacerlo… a fin de cuentas es algo legal, muchas otras personas lo hacen y se hace así desde hace mucho tiempo, ¿no?

Pues no. Yo he aprendido que legal no es lo mismo que moralmente aceptable, que el hecho de que otras personas lo hagan no significa que esté bien, y que algo se haga desde hace tiempo es cualquier cosa menos una justificación para seguir haciendo las cosas sin cuestionarlas. Vamos a revisar por partes el asunto: primero te comparto 3 razones por las que no es una buena idea comprar a tus amigos animales, y después te dejo con 5 razones por las que adoptar es la mejor decisión, la más responsable y la más amigable con el planeta y sus habitantes.

 

Tres razones para NO comprar animales

1. Los animales no son accesorios (y por lo tanto no deberían ser comercializados como tales)

Lo creas o no, hay un montón de gente que compra perros y gatos cada vez que una raza específica se pone de moda, para poder “lucirlos” como si se tratara de un par de zapatos de alguna marca famosa, y dejarlos en la calle una vez crecen y dejan de ser tiernos cachorros, cuando se enferman (algo bien frecuente con los animales de “raza pura”) o cuando se convierten en una molestia por cualquier otro motivo. Eso ni siquiera significa que esas personas sean “malas”… yo creo que más bien son víctimas de una profunda ignorancia y de una educación muy pobre en cuanto a respeto a otros seres vivos.

Amigo, no accesorio.

Por ejemplo España, que está en el lamentable podio del país europeo con mayor número de animales abandonados al año (rondando en unos 200.000), es una de las principales puertas de entrada de tráfico de cachorros en Europa. En un artículo que publicó El Mundo hace un año nos pintan este panorama:

“… empiezan a sacar varias jaulas con cachorros hacinados y los llevan al interior de un almacén. Hay 150 perros de diferentes razas que llegan magullados, deshidratados y con heridas en las patas. Alguno incluso está muerto. El dueño de la tienda paga 30 euros por cada uno de los cachorros. Después, en estas fechas navideñas, los venderá por 500…”

La compra y venta de animales refuerza la idea de que ellos son objetos y están aquí para que los usemos a nuestro antojo; al final de cuentas —como en cualquier otro tipo de venta— se trata de un asunto de oferta y demanda: mientras haya personas interesadas en comprar, habrá personas haciendo hasta lo imposible por “renovar inventario”, poniendo por encima sus preocupaciones financieras e ignorando las necesidades y los sentimientos de miles de seres que tienen la mala suerte de nacer siendo considerados mercancía.

2. Los animales de raza son producto de la manipulación genética

Y antes de entrar en polémicas, valga aclarar que no pienso que cualquier manipulación genética es intrínsecamente mala, pero eso es tema para otro día. El asunto con los animales de raza es que nacen del capricho de los humanos, de las ganas de tener un perro o un gato con X y Y particularidades sin importar si esas particularidades llevan al animal a tener una vida incómoda y llena de enfermedades¹. Displasia de cadera en Labradores y Pastores alemanes, ulceración crónica de los ojos en Pequineses, desórdenes autoinmunes en Siberianos, problemas respiratorios en Bulldogs, párpados que crecen hacia adentro en Pugs, epilepsia en Beagles, luxación patelar en Shih Tzus, cáncer en Boxers, problemas de columna vertebral en Dachshunds (perros salchicha), problemas cardíacos en los Doberman, glaucoma en Poodles, diabetes en Schnauzer, colapso de tráquea en Chihuahuas, torsión gástrica en los Gran Danés, riñón poliquístico en gatos Persas, atrofia muscular espinal en gatos Maine Coon…

Bulldog antes y después

Esto NO está bien

La lista podría seguir hasta cubrir todas y cada una de las razas existentes. Estos pobres animales son el resultado de décadas de reproducción endogámica y forzada (sí forzada… si a esos perros y gatos les dieran la oportunidad saldrían a aparearse con cualquiera, de cualquier raza, en lugar de con sus primos, sobrinos, padres y hermanos) que busca reforzar y acentuar sus características particulares² (podría hablarse a veces de deformidades) y tiene como resultado un acervo genético empobrecido. Por eso terminan siendo animalitos híper-sensibles y enfermizos, y por lo tanto más susceptibles al abandono de familias que los adquirieron sin tener en cuenta lo que implica el cuidado de un animal de compañía.

3. Los animales de raza son “producidos” en masa y en condiciones deplorables

Las fabricas de cachorros (en inglés puppy mills), como su nombre lo indica, se dedican a reproducir perros y gatos de raza pura para obtener beneficios económicos sin preocuparse por el bienestar de los animales. Empiezan a preñar a las hembras desde el primer celo y las mantienen encerradas en jaulas en las que difícilmente pueden moverse y donde desarrollan atrofias musculares, problemas cutáneos (por las condiciones precarias de aseo) y ansiedad, llegando a auto-mutilarse. Cuando dejan de ser “buenas reproductoras” las tiran a la calle o las matan.

Las condiciones de las fábricas de cachorros

Se cree que sólo en EEUU hay alrededor de 10.000 puppy mills (de las cuales menos de 3.000 son reguladas), que “producen” más de dos millones de cachorros al año… en ese mismo país llegan 7.9 millones de animales a los refugios cada año³ y a 2.7 millones de ellos se les aplica la eutanasia aunque estén sanos. Y obvio, eso no pasa sólo allá… pero obtener datos sobre otros países suele ser difícil pues no se hace mucho seguimiento (o al menos no se publican los resultados).

Existen organizaciones que se dedican al rescate de animales que vienen de fábricas de cachorros, como National Dog Mill Rescue. Creo que el hecho de que tenga que existir un grupo de personas dedicadas a sacar a los pobres animales de las manos de quienes sólo quieren lucrarse con ellos ya dice demasiado, pero por si acaso hace falta confirmarlo te comparto estos videos (no temas, que no muestran nada sangriento y hay final feliz):

Es posible que seas una orgullosa/o familiar de un animal comprado y de raza pura, que lo tengas porque lo amas, que estés dispuesta/o a cuidarlo hasta el fin de sus días y a través de sus momentos más difíciles, y que jures que lo adquiriste en un criadero “responsable”… sí, es posible. Pero si es así, eres una/o en un millón, y en todo caso al comprar a tu perro/gato estimulaste —aunque sea sin querer— una industria que se lucra a través de la explotación de seres vivos y que contribuye a que miles de animales sean abandonados o mueran en los albergues esperando por una oportunidad.

Por otro lado, en países en los que haya animales en la calle o en los albergues (o sea, básicamente todos) es imposible hablar de “criaderos responsables”; sin importar cuán cuidadosos sean y cuáles sean sus estándares de trato a las madres y cachorros, no es responsable seguir trayendo animales a una sociedad en la que la gente los usa y los tira como si se tratara de cosas desechables.

Pero bueno… ahora pasemos a la parte feliz:

5 razones para adoptar un amigo ♡

 

 1. Consigues a un compañero único

Cada animal es único sin importar si es mestizo o de “raza pura”, eso es verdad. Pero los mestizos (que son los que la mayoría de la gente rechaza) resultan de mezclas inesperadas que hacen que cada uno sea un mundo, con características físicas que difícilmente se repiten de uno a otro. Hace tiempo se popularizó una campaña que se llevó a cabo en Costa Rica y que se llamó “Razas Únicas”; si acaso no la conoces todavía, la puedes ver aquí.

2. Consigues un compañero sano

En los refugios se esfuerzan mucho por ayudarle a los animalitos enfermos a recuperar su salud y por entregar en adopción sólo a los que estén en buenas condiciones… algo que muchas tiendas de mascotas pasan por alto, pues están interesados en la venta y no en el bienestar del animal. Además —tratándose de animales mestizos— el acervo genético es amplio, lo que significa que hay menor riesgo de que tu nuevo amigo sea híper-sensible a enfermedades comunes o que sufra de enfermedades congénitas.

3. El dinero tiene sentido

Al ser más sensibles y enfermizos, los animales de “raza pura” implican muchos más gastos veterinarios, además del dineral que te cobran las tiendas de mascotas o los criaderos para poder obtener un cachorro (¿ya mencioné que me aterra que vendan a los animales como si fueran accesorios?). Los refugios suelen cobrar una cuota de adopción —muchísimo menor al precio de venta de un cachorro de raza— que cubre las primeras vacunas y la esterilización, y que les ayuda a cubrir gastos de los cuidados de otros animales… así que tu dinero pasa a ser parte de la solución y deja de ser parte del problema.

4. Salvas una vida

Como te conté antes, millones de animales llegan cada año a los albergues y muchos otros millones mueren en las calles. Cuando adoptas en un refugio no sólo le estás dando una nueva vida a ese animalito en particular sino que estás “abriendo una vacante” para que otros animales puedan ser rescatados.

Estas son mis amigas
Mis compañeras inseparables, adoptadas en dos refugios de Medellín. Me hacen sentir feliz cada vez que las miro. Y sí, están acostadas sobre el “set de fotografía” de esta publicación.

5. Pones tu granito de arena en el lado adecuado de la balanza

Al adoptar en un refugio te mantienes alejado de los criaderos y las fábricas de cachorros, que lo único que hacen es buscar beneficio económico mientras contribuyen a empeorar el problema; en lugar de eso estás apoyando el trabajo de las personas valientes que rescatan y cuidan a los animales que otras personas han abandonado y maltratado. Esos sí que son héroes.

 


 

Para cerrar (y por si acaso te surge la duda), no estoy diciendo que los animales de raza pura no merezcan un hogar ni que tengan la culpa de nada. Ellos son otras víctimas. Lo que sí estoy diciendo es que, mientras haya animales en la calle o esperando por una oportunidad en un refugio, jamás y en ninguna circunstancia me parece justificable estar pagándole dinero a alguien que está reproduciendo a otros animales sólo para suplir necesidades inventadas y para llenarse los bolsillos a costa de la ignorancia de las personas y el sufrimiento de los animales.

Por eso digo claro y fuerte:

No compres. Adopta.

Y si no puedes adoptar, échale una mano a algún albergue cercano, que suelen estar desbordados de trabajo gracias a la ignorancia e irresponsabilidad de quienes ven en los animales un accesorio de moda o un juguete. Puedes apoyarlos dando hogar de paso a algún animalito, o con trabajo voluntario, donaciones en efectivo o en especie… o sacando un rato de tu tiempo para jugar con los animales rescatados y rascarles la panza un rato, que si algo necesitan es un recordatorio de que no toda la humanidad está perdida.

 


 

1- The price of a pedigree. Advocates for animals. 

2- Cómo han cambiado las razas de perros con el tiempo (de aquí saqué la imagen con los cráneos de Bulldog).

3- American Society for the Prevention of Cruelty to Animals. Shelter intake and surrender – Pet statistics. 

Puedes consultar más sobre las fábricas de cachorros aquí, aquí y aquí

La imagen del Pastor Alemán con displasia la saqué de aquí. La del perrito en la jaula de puppy mill la saqué de aquí.