Desodorante “el conejo feliz”

Desodorante "El conejo feliz"

Hay varias buenas razones para dejar de usar desodorantes comerciales, además de el hecho de que suelen venir en empaques voluminosos y desechables que se convierten en basura tan pronto como se acaba el contenido (que era lo que realmente queríamos comprar).

También existen sospechas sobre la relación entre el uso de antitranspirantes (particularmente los que contienen aluminio) y el desarrollo de cáncer de mama. Además, sudar es natural, es un proceso que el cuerpo necesita para termoregularse. Los desodorantes comerciales tienen propiedades antitranspirantes, lo que quiere decir que bloquean el proceso de transpiración; que eso pase de vez en cuando es una cosa… pero quitarle al cuerpo el “derecho” a sudar todos los días debe tener al menos algunas consecuencias negativas. Por otro lado, el contacto frecuente con el aluminio también se ha relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Y por último, los desodorantes comerciales de las marcas más populares (como muchísimos otros productos de aseo personal) son probados en animales. Conejos, conejillos de indias, monos, perros, gatos, ratones y otro montón de animales son sometidos a pruebas horrorosas, pasan sus cortas vidas encerrados en jaulas en un laboratorio, donde les aplican repetidamente los productos en los ojos o sobre heridas abiertas para analizar los posibles peores efectos que podrían tener en los seres humanos (unos seres humanos muy torpes, que se pondrían los productos en los ojos o en heridas abiertas).

 

La verdad es que sólo la última es suficiente motivación para mí, pero por si acaso te quedan dudas, las otras opciones son suficientemente motivantes para empezar a probar productos menos dañinos. ¿O no?

 

Hace tiempo encontré una receta de desodorante en Pinterest y decidí probarla aprovechando que tenía todos los ingredientes en mi casa. Me gustó mucho como quedó y lo he estado usando desde entonces con muy buenos resultados: huele rico, me deja transpirar naturalmente y no deja que el sudor huela mal. Yo sé que eso de “me deja transpirar naturalmente” le va a sonar muy hippie a muchas personas, pero pienso que permitirle al cuerpo ser lo que es debería ser la norma, y no al revés.

Aunque la receta no me la inventé yo (y hay montones de blogs que comparten variaciones de la misma) a esta versión decidí bautizarla como “el conejo feliz”, porque ningún conejo y ningún animal sufrió en la fabricación de este producto. Es conejo feliz = Mariana feliz.

La receta es súper fácil. Aquí va:

Necesitas:

  • Bicarbonato de sodio
  • Fécula de maíz
  • Aceite de coco prensado en frío (el mismo que se usa en la cocina)
  • Aceite del árbol de té (opcional, pero recomendado)
  • Una cuchara
  • Un recipiente vacío para guardar la mezcla

Desodorante el conejo feliz. Lo que necesitas:

Instrucciones:

  1. Según el tamaño del recipiente que vas a usar, mezcla una medida de bicarbonato, fécula y aceite de coco. Es decir, usa la misma medida para cada cosa. Por ejemplo: una chucharada de bicarbonato, una cucharada de fécula y una cucharada de aceite de coco. Si tienes piel muy sensible, puedes reducir la cantidad de bicarbonato y aumentar la cantidad de fécula, para que la textura quede más suave.
  2. Añade (de nuevo, según el tamaño del recipiente) algunas gotas de aceite del árbol de té. Pueden ser, digamos, 3 ó 5 gotas. Este aceite es antibacterial, así que hace que el desodorante quede más poderoso.
  3. Mezcla muy bien, hasta alcanzar una textura cremosa. Si ves que la mezcla está muy seca, añade más aceite de coco. Si está demasiado líquida, añade más fécula.
  4. ¡Listo!

Desodorante "el conejo feliz" - Instrucciones

Es realmente fácil, y es posible que ya tengas los ingredientes en tu casa… receta ideal, ¿no?

Un par de datos sobre el aceite de coco: es un aceite que se extrae del coco (obvio), muy usado en la industria de los cosméticos y también en la gastronomía del sudeste asiático. Es muy utilizado también en repostería vegana y en cocina “saludable” (aunque hay mucho debate en torno a si es un aceite saludable para consumo o no). Sabe muy rico y le da un toque de sabor tropical a todas las preparaciones que se te ocurran.Se dice que tiene propiedades antibacteriales y antivirales. Es uno de esos ingredientes polifacéticos que me encantan… yo lo uso como desmaquillante y como humectante para la cara (se absorbe muy bien y no deja sensación grasosa), acondicionador para el pelo, enjuague bucal (oil pulling, una técnica de la medicina ayurvédica), humectante para los labios y para las manos y por supuesto para preparar cosas ricas en la cocina.

Desodorante "El conejo feliz"

Y para cerrar, un poquito de énfasis en la idea del “conejo feliz”: hay muchas maneras en las que los humanos abusamos de los otros animales. Están profundamente tejidas en nuestra cultura, nuestros hábitos, nuestra economía, nuestra manera de ver y entender el mundo… pero por supuesto eso no hace que sean justificables.

La experimentación en animales en la industria cosmética es, desde mi perspectiva, una de las maneras más absurdas en las que hacemos que otros animales sufran por nuestro beneficio: ¿Cuántos tipos de champú necesitamos que existan? ¿Necesitamos tantos miles de millones de delineadores para ojos? ¿Queremos realmente comprar productos que han sido probados en laboratorios de tortura en los que los experimentos se llevan a cabo con seres que no tienen nada que ver con nuestro interés por “embellecernos”? Yo no. Y confío en que tú tampoco. Por eso creo que vale la pena usar menos cosas, hacer más cosas en casa, y comprar de manera responsable a marcas que no hacen pruebas en animales.

Este producto no fue probado en animales

Si quieres saber un poco más sobre las pruebas en animales, puedes ver lo que dicen Anima Naturalis y PETA al respecto. Si quieres informarte sobre cuáles marcas hacen pruebas y cuáles no, te recomiendo las listas que publica PETA (datos de EEUU, pero muchas de las marcas se comercializan en todo el mundo así que igual aplica) y la web teprotejo.cl.

Por una rutina de cuidado personal —y un mundo— libre de maltrato a los animales, más productos que puedan llamarse “El conejo feliz” ♡

¿Tienes alguna receta de productos de limpieza que sean “conejo feliz”, que hayas probado y que ames? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

 


 

IMPORTANTE: La mayoría de las personas que conozco y que han probado esta receta afirman haber obtenido muy buenos resultados. Sin embargo, también he oído de una que otra persona que no tiene tan buena experiencia, probablemente por el efecto exfoliante (y potencialmente irritante) del bicarbonato de sodio. Es importante tener en cuenta que esta receta tiene una textura muy diferente a la de un desodorante comercial; la base es aceite, así que se siente grasosa, y tiene bicarbonato, así que se siente “carrasposa”. Si esperas que tenga la textura de una crema comercial, vas a quedarte decepcionada/o.

Yo lo he usado tanto en clima frío como en clima cálido. El aceite de coco se solidifica cuando está a menos de 24ºC, así que si estás en un lugar frío tienes dos opciones: 1. Frotarlo con los dedos un poco, para que con la fricción se derrita el poquitín que vas a usar. 2. Mezclar el aceite de coco con otro aceite que no se solidifique, por ejemplo de almendras, para evitar que quede TAN duro.

Como todo en la vida: puede ser que esta receta te funcione genial, o puede que seas una de las personas que no la tolera bien. La única manera de saberlo es probándola. Por supuesto, si notas alguna reacción desfavorable (como puede pasar también con cualquier producto comercial), debes dejar de usarla.