Ahora que se habla del tema con más frecuencia, se podría pensar que entender el concepto de sostenibilidad es una tarea sencilla. Sin embargo, la jerga “verde” está llena artimañas, especialmente cuando se utiliza con el fin de convencernos de seleccionar una opción “ecológica” o comprar un producto “sostenible”.
Aprender a identificar cuándo esas palabras realmente significan algo, y cuándo están ahí solamente para maquillar de verde un producto o servicio, ha sido una tarea ardua, a veces frustrante… y además da la sensación de que nunca termina. Yo ya me he tropezado más de una vez en el proceso, y por eso se me ocurrió la idea de hacer esta nueva sección: un glosario que iré construyendo poco a poco, y en el que voy a agarrar las palabras confusas de la sostenibilidad —esas que parece que dicen todo pero no dicen nada— y voy a darte definiciones tan sencillas (pero a la vez tan completas) como sea posible, para facilitarte el camino y que empieces a dominar el argot de la sostenibilidad como si fueras la mano derecha del Capitán Planeta (#TrabajoSoñado).
Con las facilidades de internet y de las redes sociales (y creo que con la presión que va aumentando a medida que vemos las consecuencias aparentemente irreversibles de nuestros actos) cada vez hay más y más información disponible sobre alimentación consciente, consumo responsable, moda slow, reducción de residuos… en fin, sobre vida sostenible. El asunto es que “más información” no necesariamente es lo mismo que “mejor información”, y entre tantas publicaciones de blogs (¡holi!), noticias, imágenes compartidas en redes sociales y campañas gubernamentales y de mercadeo (esas que normalmente tienen más de teoría que de práctica), es fácil perder el rumbo y confundir los datos relevantes con los improvisados, la información crítica con las ganas de vender.
Por eso, en este glosario quiero darte herramientas para que navegues el mundo de la sostenibilidad con más confianza, y para que des un paso más allá en el camino del consumo realmente responsable. Y la inauguración oficial de la sección será con una de las palabras más tramposas, más manoseadas y más importantes en el mundo de la sostenibilidad: Biodegradable.
Para empezar “por el principio”, vamos a la definición de diccionario (de la RAE, mas exactamente), que lo dice todo y no dice nada:
1. adj. Quím. Dicho de una sustancia: Que puede ser degradada por acción biológica.
Si nos vamos a las raíces etimológicas, tenemos:
El griego βιος (bios=vida)
El prefijo latino de- (dirección de arriba a abajo / alejamiento / privación)
El latín gradus (grado)
El sufijo latino -able (indica posibilidad)
Y por último, no podemos quedarnos sin revisar la definición de Wikipedia:
Biodegradable es el producto o sustancia que puede descomponerse en los elementos químicos que lo conforman, debido a la acción de agentes biológicos, como plantas, animales, microorganismos y hongos, bajo condiciones ambientales naturales.
Hasta ahí podríamos pensar que todo está claro, y que si algo es biodegradable es lo más. Sin embargo, si nos detenemos a analizar realmente el significado de la palabra, veremos que “biodegradable” es nada más una característica… no es una garantía de nada. Es como decir que algo es sólido, o líquido, o grande, o pequeño. Es una característica y ya está.
Sé que en el fondo queremos que esa palabra tenga un significado más… bueno, más significativo; queremos creer que “biodegradable” nos garantiza un impacto ambiental menor. Y ahí precisamente es donde está la trampa.
La biodegradabilidad es una propiedad de un material, no es una garantía de beneficios medioambientales.
Pero… ¿y qué significa eso? Pues significa que NO hay que tomar la biodegradabilidad como si fuera un sagrado bálsamo de la vida sostenible, y que hay que tener en cuenta otro montón de factores para saber si efectivamente esa característica implica una reducción de la huella ambiental en cada caso particular. En resumen: la biodegradabilidad —como la sostenibilidad— es un tema complejo que genera preguntas complejas, y las preguntas complejas no tienen respuestas fáciles. Menos mal nos gustan los desafíos… ¿no?
Lo explico con ejemplos:
1. El pan es biodegradable.
Si un trozo de pan va a parar a la tierra (donde va a tener contacto con agua y oxígeno), con el paso del tiempo se va biodegradar, y llegará el momento en que “desaparecerá” por completo. Pero realmente no desaparece, sino que se convierte en otras cosas, como dióxido de carbono y otros compuestos que el suelo aprovecha como nutrientes.
Si el mismo trozo de pan (que es biodegradable 100%) va a parar a un relleno sanitario (en el que las condiciones son completamente diferentes a las del suelo de un jardín), las moléculas no se pueden degradar de la misma manera, no pueden integrarse como nutrientes en el suelo, y lo que hacen es generar metano. El metano es un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el dióxido de carbono… de hecho, los rellenos sanitarios son la tercera mayor fuente de metano, así que un producto biodegradable en un relleno sanitario (que es donde normalmente van a parar) genera un doble negativo: montañas de basura que no se integran a la tierra, y que además contribuyen al calentamiento global. (Una razón más para reducir radicalmente tus residuos).
2. Hay plásticos biodegradables.
De hecho, todo el plástico es técnicamente degradable, incluso el que se fabrica a base de petróleo… pero en la mayoría de casos toma tanto, tantísimo tiempo (cientos o miles de años), que en términos prácticos se consideran no-degradables. Y, en todo caso, cuando se degradan dejan un montón de cosas tóxicas en el suelo; así que realmente el asunto no pinta bien, da igual por dónde lo mires.
Pero sí, también hay plásticos de origen vegetal, que se supone que han sido diseñados para ser “más biodegradables”. Esto puede parecer el invento del siglo, la respuesta a todos nuestros problemas, la solución que estábamos buscando… pero no. Los plásticos biodegradables traen otro montón de inconvenientes, a veces incluso peores que los que traen los plásticos convencionales fabricados a base de petróleo.
No me voy a extender mucho —el tema realmente se merece una publicación entera— pero te cuento los principales problemas: 1) Su producción requiere enormes terrenos, pesticidas y maquinaria que también usa combustibles fósiles. 2) La materia prima suele ser el maíz, así que la producción de “bioplásticos” pone en riesgo la seguridad alimentaria en muchos lugares del mundo, donde termina siendo más rentable —y prefieren— producir maíz para hacer vasos desechables para los más ricos, que hacer productos comestibles para los más pobres. 3) Suelen ser biodegradables sólo en ambientes controlados. Es decir, no se biodegradan si los tiras a un jardín, ni tampoco si van a parar al relleno sanitario… sino sólo en una planta específica en unas condiciones específicas, que no se consiguen en cualquier parte. Y 4) Siguen promoviendo una mentalidad de usar y tirar, con el agravante de que mucha gente piensa que, por ser biodegradables, tienen menos impacto en el medio ambiente, así que los usan de manera aún más descontrolada e inconsciente.
3. El papel es biodegradable.
Sí, y también es uno de los principales protagonistas de los rellenos sanitarios… donde —como ya vimos— las cosas no se biodegradan rodeadas de unicornios y arcoíris, sino que crean enormes problemas de contaminación e intensifican el calentamiento global.
En Colombia, para dar un poco de contexto, se calcula que el consumo anual per cápita de papel es de 28 kilos, y de eso no se recicla ni la mitad (del reciclaje ya hablaremos en otra entrega del glosario… que también hay que darle tres vueltas). No tengo datos exactos de cuánto papel llega a los rellenos sanitarios en Colombia, pero en EEUU, en 2009, sumaron 26 millones de toneladas. Y se calcula que se necesitan 68 millones de árboles al año para satisfacer la demanda de papel, sólo en ese país.
Y sí… es biodegradable. Como puedes ver, eso no significa que su impacto ambiental sea pequeño.
* * *
Espero que, llegada/o a este punto, ya te hayas dado cuenta de que lo “biodegradable” no es como lo pintan. Se asocia comúnmente con productos que son supuestamente más amigables con el medio ambiente, pero hay poquísimas —o nulas— regulaciones o leyes que controlen el uso de esa palabra… así que cualquiera es libre de ponerla en la etiqueta de su producto y comercializar las mismas cosas de siempre “maquilladas de verde”, embaucando a un montón de gente bienintencionada en el proceso, y sin tener que darle explicaciones a nadie.
Que algo sea biodegradable no significa que sea beneficioso para el medio ambiente, de hecho ni siquiera significa que su impacto sea menor. Que sea biodegradable tampoco es una garantía de que su proceso de producción haya sido responsable, que sea saludable, o que su existencia no sea una completa estupidez; por ejemplo: los pitillos de papel: ¿Biodegradables? Sí. ¿Inocuos? ¡No! Siguen siendo unos objetos que el 99.9% de la población no necesita, que requieren deforestación y procesos industriales para su fabricación, y transporte, y embalaje, y todo para ser usados durante 15 minutos y después tirados en la basura acompañados de —adivinaste— desechos no biodegradables. Así que por más biodegradables que sean, igual van a parar a un relleno sanitario, donde por las condiciones anaeróbicas NO se van a biodegradar y pasan a ser unos objetos innecesarios que aumentan las montañas de basura e incrementan el calentamiento global. #MejorSinPitillo #MejorSinPajita #MejorSinPopote #MejorSinSorbete #Etc #CómoPuedeTenerTantosNombresUnMismoObjeto
* * *
Ahora, esto tampoco quiere decir que “biodegradable” es algo malo… como dije más arriba: es una característica, y ya está. No debemos sobre-simplificar las cosas, y debemos comprender que para que la biodegradabilidad efectivamente implique una huella ambiental menor, hay muchos otros factores que también se deben tener en cuenta, como la extracción de materia prima, el proceso de fabricación, el transporte y embalaje necesario, el uso, y —tal vez lo más importante— qué pasa al final de su ciclo de vida, a dónde va a parar, y qué tanto podemos controlar en ese proceso.
Para cerrar, “biodegradable” suena bonito porque tiene “bio” y suena a que viene de la naturaleza y vuelve a ella. Pero es que TODO, en algún punto, viene de la naturaleza y vuelve a ella… desde los materiales más nobles y más inocuos hasta las cosas más tóxicas. No es una cuestión de biodegradabilidad, es la manera en la que se usa un material la que dicta el impacto en el medio ambiente. Esto lo puedes explorar más a fondo en la charla de TED de Leyla Acaroglu, en la que explica, además, por qué las bolsas de papel son más nocivas para el planeta que las bolsas de plástico. Así es. Como lo lees. Ya nada es sagrado (y menos en este glosario).
¿Cambió tu percepción de la palabra “Biodegradable”? ¿Te has sentido confundida/o con la la jerga de la sostenibilidad? ¿Qué palabras te gustaría que aparecieran más adelante en el glosario? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
Puedes revisar más información aquí, aquí y aquí. Puedes consultar más sobre los plásticos biodegradables, aquí.
Hola Mariana, tus post hacen que me motive cada vez más por cuidar este planeta tan lindo en cual vivimos. Siempre me he interesado por conocer a fondo el tema de reciclaje. En este momento estoy dando mis primeros pasos al usar y transformar materiales que están a mi alcance, como lo es el cartón y el papel. Gracias a esto he descubierto el mundo de oportunidades que me brinda al trabajar con ellos. Gracias por tus grandes aportes
¡Hola Loren! Me alegra muchísimo leer esas cosas tan bonitas que me dices ♡ Gracias a ti por querer generar esos cambios en el mundo, y por pasar por aquí a leer.
Me parece un artículo muy útil, como todos los del blog.
Gracias por ayudar a hacer de este un mundo un lugar mejor. Un saludo. Sigue así Mariana :)
¡Muchas gracias Lorena! Qué bueno que te guste. Gracias a ti por pasar por aquí a leer. ¡Un abrazo!
Que maravilla Mariana todo el conocimiento que manejas…gracias por compartirlo <3
Que importante es informarse sobre TODO antes de tomar desicione…que importante es conocer el impacto de nuestros habitos de consumo!
Hay una pelicula -Tomorrowland- que siempre que la veo me deja pensando sobre el mensaje que entrega: los humanos sabemos hace decadas el daño que le estamos haciendo a nuestro planeta y no hacemos nada mas que espantarnos
Gracias por ser una inspiracion :)
¡Gracias Cami! Ay, pues esto es el resultado de años de “obsesión” con el consumo responsable jajaja, así que me alegra poder compartirlo y que le resulte útil a otras personas que andan en la misma búsqueda.
Esa película la vi hace un tiempo por recomendación de un amigo, y me parece que tiene cosas muy buenas (la verdad no pensé que le fuera a encontrar nada de bueno jajaja, le tengo poca fé a esas producciones ultra-hollywoodenses, y George Clooney no suele ser buena señal, al menos para mi gusto :-P). Lo que también recuerdo que me quedó grabado fue el “product placement” que hacen con Coca-Cola, cuando salen de la máquina y lo primero que tienen a la mano es una botella de esas para calmar el “mal de viaje en el tiempo”… ahí me dieron ganas de apagarla y no ver más jajajaja. Menos mal no lo hice, en todo caso, porque en general la película sí me parece que tiene un mensaje interesante :-)
¡Un abrazo!
Gracias Mariana por otro articulo por de mas de interesante! Justo estos últimos días estuve investigando cuales eran las diferencias entre diseño ecológico y diseño sostenible, y me di cuenta que no tenia idea que significaban realmente esas palabras!! ufff! cuanto por aprender y cuando para investigar.
Por suerte la avalancha de información (des-información) no me amedrentan, y me dejan mas claro cuales son mis objetivos.
Te propongo que otro post hables de las diferencias o de alguna de las dos……así aclarar cualquier duda!
Desde ya muchas gracias por tus aportes.
Abrazos!!
¡Hola Juan Ignacio! Así es, todas estas palabras pueden ser confusas, y el hecho de que se usen como herramientas de mercadeo (casi siempre con poca transparencia) hacen que la tarea de descifrarlas sea más difícil. Pero como dices, para mí también es un motivante adicional para perseguir mi objetivo ;-)
Gracias por tu sugerencia, tomo nota para tenerla en cuenta para futuras publicaciones. ¡Un abrazo!
Hola Mariana, gracias por este nuevo glosario! me gustó mucho y justo esta semana estaba investigando un poco más sobre las cualidades y posibilidades de degradación del papel/bolsas de celofán vs plástico, ójala puedas compartir un poco sobre este tema también! Saludos desde Oaxaca, México :)
¡Gracias Mirel! Me alegra mucho que te haya gustado. ¡Un abrazo!
soy un aficionado al medio ambiente y considero que debemos apropiarnos del manejo ambiental para ayudarle al planeta a resistir el uso y el abuso de los que no quieren entender que debemos arrancar ya a colaborar con el planeta.
soy conciliador en equidad en mi pais.
Gracias por compartir tu amplio conocimiento de una forma tan clara, contundente y honesta. Me parece admirable cuando alguien pone sus talentos al servicio de los demás -y el planeta en este caso-.
Estoy haciendo el mini curso “R” y acabo de leer este primer término del glosario; ha resultado muy oportuno para mí que estoy iniciando en el proceso de entender y ejecutar. Es muy valioso leer esta información basada en la responsabilidad. Gracias. Lo seguiré estudiando y profundizando.
biodegradable
adjetivo
[producto, sustancia] Que puede descomponerse en elementos químicos naturales por la acción de agentes biológicos, como el sol, el agua, las bacterias, las plantas o los animales.
“el plástico y sus derivados no son biodegradables”
El plástico no es biodegradable, se descompone (no significa biodegradable) en partículas pequeñas que los llaman microplasticos y se quedan en la tierra para siempre.
Estoy haciendo tu taller de “cómo vivir con menos basura” y llegué a la parte de lo biodegradable… con este post me quedó mucho más claro. Mil gracias por todo tu trabajo!
¡Me alegra mucho saber que te está resultando útil!
Hola Mariana, gracias por compartir tu conocimiento con nosotros. Es muy grato leer tus artículos! Gracias por ayudarnos a comprender el verdadero significado de los términos asociados a la sostenibilidad, en mi caso, me ayuda a ser más consiente de mis acciones, no ha sido fácil migrar mis hábitos y más cuando se convive con personas que no tienen el mismo nivel de consciencia, por eso valoro mucho la información que nos brindas, porque son herramientas de argumento
Hola Mariana! Sólo dar las gracias por todo el conocimiento que compartes de forma tan didáctica y pedagógico, además con muchos respaldo que validan la información. También destacar que tus cuestionamientos y racionamiento respecto a las temáticas y vivencias son muy pertinentes y me motivan a no decaer. Muchas gracias !
Hola Mariana,
La verdad es que hasta ahora, como bien decías, pensaba que biodegradable era mejor opción. Aunque soy más partidaria de reducir residuos en vez de cambiar de bolsa de plástico, a bolsa de papel o biodegradable, llevar mis bolsa de tela o reutilizar las que ya tengo (aunque no sean de tela).
El link al ir al video de las bolsas de papel no me lo carga, si pudieras escribir sobre esto estaría bien; me ha sorprendido.
Gracias, un saludo!
Muchas gracias Marina, por todos los conocimientos que compartes, que nos ayudan a quitar las vendas y cambiar nuestros hábitos… así mismo poder trasmitir estos conocimientos a mis hijos, que creo que es la mejor labor que hago, pues quiero que ellos crezcan siendo más conscientes del cuidado de nuestro hermoso planeta!
Haz roto mi cocoro, paso 1 para darme cuenta que estaba equivocado. Saludos.
Hola Mariana ! gracias profundas por todo este compartir con el que resueno y en realidad me ayuda mucho a comprender desde una vereda no romántica todo lo que nos convoca como personas que queremos defender y cuidar esta casa llamada Tierra.
En ese sentido, te cuento que en lo personal vendo comida vegana en envases de bolsas biodegradables/compostables/reciclables de fécula de maíz, pero si tomo en cuenta esta valiosa e importante información que nos traes, no es conveniente del todo utilizarla, por eso quería preguntarte si tienes idea o conocimiento alguno acerca de alternativas viables para poder vender y compartir el alimento que realizo.
Te agradezco enormemente todo lo que puedas orientarme y aconsejarme!
Mientras te envío cariños desde la ciudad de buenos aires,
cata.